A tenor del cierre de la Central Nuclear de Zorita, que motivó que los ecologistas radicales celebrasen en El Retiro madrileño, junto a la única escultura erigida al diablo, dicho cierre... y que, al mismo tiempo, en Zorita, donde varios miles de personas han visto truncado su anterior trabajo y donde las campanas de la Iglesia tocaron a difunto... me han venido a la memoria recuerdos viejos, de esos que pasan de abuelos a nietos...
Tambíen sería por estas fechas, primavera del 36, momentos de tensión en Madrid... una tía mía, entonces una cría, la menor de una familia numerosa, jugaba con otras niñas en la calle Claudio Coello... las niñas llevan unos colgajos con unos diablillos, mi tía lleva colgado de una cadena un crucifijo...
La tolerancia... las niñas comienzan a burlarse de la otra niña... mi tía llorosa vuelve a casa y se lo dice a su madre, mi abuela. Y ella le da una contestación para sus compañeras de juego... Mira, diles con calma... "tranquilas, yo llevo a mi Padre, vosotras a vuestro padre... no pasa nada".
Solución puesta en marcha, otro día de juego en primavera, en las calles de Madrid. La niña a sus compañeras cuando vuelven a la carga tolerante: "Mirad yo llevo a mi Padre, vosotras a vuestro padre"... no puede seguir... bofetada... y vuelta llorando a casa.
Consuelo materno y salomónico: ¿Qué te pasa mi niña? ¿que te pegaron?... es que no les gusta tener al demonio como padre.
Mi tía cambió de compañeras de juego... y, antes de que fuese demasiado tarde, en el último tren que salió de Madrid, se fue huyendo la familia... por lo que pude conocerlos a todos.
En el caso de Zorita... yo no diré como mi tía que el demonio sea el padre de los que celebraron en su rincón la fiesta anti-nuclear... simplemente que fue un signo de mal gusto... o es que el diablo ama el medio ambiente?... que no deja de ser algo creado por Dios y odiado por su enemigo mortal.
Yo que ecologista... me buscaría otros patronos.
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