Violencia en las aulas
Violencia en las aulas
En el estudio sobre «Violencia y acoso escolar en España» se afirmaba que uno de cada cuatro alumnos a partir de los siete años es víctima de este tipo de comportamiento. La crueldad infantil se manifiesta en formas diversas, a veces de apariencia trivial; pero constituye siempre un drama en la vida diaria de los acosados. Es llamativo que, según el estudio, las víctimas no son necesariamente los más débiles, sino que la persecución se dirige a veces hacia los que sacan mejores notas o -en el caso de las niñas- hacia las más guapas de la clase. Es, por tanto, un tema complejo, puesto que no basta con inculcar valores de respeto y solidaridad, sino también de reconocimiento de la excelencia y del trabajo bien hecho.
En rigor, la clave está en la transmisión de valores cívicos y de principios morales, sólo posible en el marco de una educación integral que no es fácil de plantear en un contexto social donde la violencia está siempre presente. Los planteamientos relativistas que conducen al «todo vale», causan un grave daño en las mentes infantiles, pues carecen de la capacidad necesaria para distinguir entre conductas aceptables y conductas intolerables.
Lo cierto es que la sociedad española, de manera especial las administraciones y las autoridades académicas, deben tomarse muy en serio un problema que a veces desemboca en tragedias irreparables que dañan el equilibrio psíquico de miles de escolares en una etapa crucial para su formación; aunque, no necesariamente, todo alumno que sufre acoso, tiende a ser, en el futuro, una persona insegura que retrasa su proceso de maduración y llega a asumir su propio papel de víctima.
Valentín Abelenda Carrillo
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