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La alegría de vivir.

La alegría de vivir.


¿Como podría transmitiros mí alegría y los motivos que me llevan a ella? Es algo tan simple, que se encuentra al alcance de todos, claro se necesita una lucha diaria, ejercer la virtud de la fortaleza, las demás virtudes también, pero yo diría que ésta es tan importante. Se nos mete con bastante facilidad el materialismo, fortaleza para frenar ese impulso del tener, comprar, no prescindir de nada, el placer por el placer. El autodominio de querer siempre llevar la razón y que se dobleguen a tu voluntad (soberbia).


¡Que bonito en el caso de formar una familia como es mi caso, mantener esa lucha diaria con sus pros y sus contras, luchando...Para que ese amor que se inició en el noviazgo crezca. Esos hijos si Dios nos los da tener esa preocupación por educarlos que se sientan seguros con sus padres en su familia. Educarlos en la libertad, que sepan distinguir el bien del mal, algo tan simple como eso son algunos de los motivos para estar alegres, esa lucha del día a día.


Yo como cristiana que soy la verdad es que me paso el día pidiendo ayuda a Dios y a mí personalmente me surge efecto, yo os diría que hagáis la prueba. Os puedo asegurar que mi alegría de hoy, de ahora, no la cambiaría por nada. Probar y veréis.

Ángeles Ávila

Es necesaria la madre en casa? Conversación en el autobús

Conversación en el autobús:
 

Una señora que tenía al lado en el autobús, se dirigió a mí: Fíjese, la chica de ahí delante puso excusas para no ceder su asiento a esa anciana de movilidad reducida, y va en los asientos reservados para esos casos.¡Qué morro! Hoy no hay...

No hay lo que debería haber -le respondí-. No, no hay principios; por el gesto y la expresión de sus ojos..., no sé qué gente será- siguió-. De cuidado, sin duda- me atreví a responderle-.

Por como va vestida -continuó-, reconozco que es la que lleva a unas niñas al colegio.

Hoy, por tener más dinero, algunas entregan a sus hijos a cualquiera- le comenté-.

Algunas es por necesidad, pero no todas; muchas, por tener un “pingo” más; yo dejé el trabajo- aseveró-.

¿Tiene usted carrera?-me atreví a preguntarle, pues parecía cercana-.

Soy perito...y trabajé antes de casarme y hasta que nacieron mis hijas; entonces lo dejé, ahora ya no viven conmigo y no se dan cuenta.

Pero seguro que le queda mucha paz -le dije-.

Eso sí, y si hubiera continuado trabajando..., ¿qué habría adelantado con poder comprarme un “pingo” más? Me gusta poco salir de compras; muchas no se dan cuenta de que, según está la vida, hay que darles más dedicación a los hijos, que ahora hay mucho libertinaje. Mire –prosiguió-, cuando llegan a casa del trabajo, están “estragadas” y en la cocina sólo se oyen voces; se ponen nerviosas y riñen porque quieren hacer muchas cosas; a todo no pueden atender, así no hay orden. Hoy bastantes mujeres –según las estadísticas– van tomando conciencia de la importancia de la dedicación a la familia, sobre el trabajo exterior.

 A mí me ha tocado salir a trabajar, y mi marido cogió el nocturno para no dejar a los niños tanto tiempo en manos extrañas. Como profesora, he compadecido a tantos niños pobres de la compañía de sus padres; suele notárseles en la desorientación y el escaso aprovechamiento académico.

Josefa Morales

El Cerro de los Ángeles y el Sagrado Corazón.

El Cerro de los Ángeles y el Sagrado Corazón.

De chaval estudié en los Corazonistas, e íbamos al Cerro de los Ángeles todos los años, y siempre me dejó asombrado, con mis ojos de niño, ver al Sagrado Corazón fusilado y a sus santos también. Bien sabía que eran de piedra, que Dios desde arriba no sufría daño. Pero eran como insultos de odio y latigazos al Corazón de Jesús y a los cristianos.

Yo aprendí de los corazonistas a pedir por los que ofenden al Sagrado Corazón, no a odiarlos. Porque sentía lástima de esos pobres hombres, ignorantes, que arremetían contra lo que, decían, no existía. O bien, pensaban hacer un mal a Dios.

Pero eso no impide que ese Corazón de Jesús reine en el corazón de los cristianos y que nosotros le encomendemos la labor de gobernar y tutelar España. Eso es bueno, porque Dios es bueno y misericordioso.

Son los reinos de los hombres los que se contaminan con el odio. Son las mentes humanas las que, en ese tiempo, crearon las checas, los gulab, los campos de exterminio, los asesinatos y violaciones en masa. De esos reinos, de los del odio, líbranos Señor.

Del Sagrado Corazón sólo tengo una seguridad: que su reino es de Amor.


¿Quién no querrá un reino así?

frid

“REINARÉ EN ESPAÑA”

Son bastantes numerosas las ciudades de todo el mundo cristiano que en sus alrededores tienen un monumento al Corazón de Jesús. España no iba a ser menos. El Sagrado Corazón de Jesús está muy ligado a la festividad de Cristo Rey y a veces a los pies de la imagen se puede leer “Reinaré en España”.Bueno pues en Bilbao existe un monumento hermosísimo que durante la Republica intentaron quitar de en medio. No lo consiguieron porque un grupo de personas lo impidieron rodeándolo durante días mientras rezaban. Últimamente como estaba deteriorado por el paso del tiempo lo han restaurado y lo han dejado precioso, pero mira por donde, ¡que casualidad!, la inscripción “Reinaré en España” ha desaparecido. ¿Por qué habrá ocurrido esto? Será por lo de reinaré en España? Otro motivo para quitar el “Reinaré en España”, ha podido ser que verdaderamente no quieren que reine el Señor, que no lo necesitan? Puede que sea por los dos motivos. No todos los de esa parte de España piensan así, pero lo que ha ocurrido en Bilbao es muy triste. Primero: por el rechazo a Cristo y segundo: por rechazar a España. Peor para ellos, por encima de ideologías torcidas y perversas Cristo seguirá siendo Dios y seguirá siendo Rey, no solo de Bilbao sino del mundo entero. Y España seguirá siendo la Patria de los españoles, entera o triturada en parcelas pequeñitas, pero siempre presente como una realidad histórica indiscutible y permanente.

Piedad Sánchez de la Fuente

El cachorro de La Barranca.

El cachorro de La Barranca.

Es bueno tener corazón, aunque a veces suponga sufrir algo.

 


Como tantos madrileños, se pusieron de acuerdo los hermanos y cuñados para ir con los hijos por el sendero de La Barranca, a ver si llegaban al Mirador; un paseo sencillo en el que disfrutar ellos de los críos; los críos del retozar, coger palos y alguna sufrida lagartija, pedir agua, preguntar si falta mucho, decir papá ahusa, y esas cosas que hacen amena una jornada campera. Porque ellos disfrutan, como todos los padres, contemplando el bullir de sus hijos.

Iban así, cuando Carlitos divisa un cachorro de perro que se les acerca mimoso. Le rodean los "locos enanos", pero el cachorro ni se inmuta, más bien, insensato, se acerca más y se deja tocar, mesar, y, después de unas carantoñas, coger en brazos. En definitiva, se gana el cariño de los niños y la tolerancia de los padres. Al fin y al cabo el corazón anda sobrado. Y, como uno más, se apunta a la excursión mañanera.

Ya hay un aliciente más en esa jornada dominguera: los padres contemplan y estudian a sus hijos, los niños contemplan y experimentan con el perro. Bien se gana que, en el reparto, algo le caiga. Se ve que lleva tiempo sin probar bocado, porque no desprecia nada.

Los juegos de niños tienen una razón más y el atractivo de los caprichos imprevisibles del ser perruno; incluso es objeto de disputas sobre quién lo tiene más, quien es o no un abusica. Algún morrito lloroso, alguna intervención de los mayores para equilibrar la balanza con los mimos al que los va precisando. Los papás, algo más traviesos, azuzan a los pequeños para que hagan correr al perro. Eso motiva que en la breve siesta, incluso el nuevo amigo encaje en ese nuevo juego que es el dejarle tranquilo. Eso sí duerme con un ojo abierto, no vaya a ser que sea una treta y le dejen sólo en el bosque.

La vuelta es feliz, y es la hora de las cervezas de los mayores, mientras el mundo de los pequeños corretea a sus pies, usando incluso las piernas de los papás como seguro escondite.

Viene ahora la mirada al perrito y las miradas entre los papás: tenemos muchos críos y la casa pequeña. Vamos a hablar con el dueño del bar. Vienen, discretos, los guardas del parque, se llevan al perrito a una perrera porque, les dicen, como es pequeño y de raza, será con seguridad adoptado enseguida.

Los críos lo miran casi de sorpresa. Vienen las explicaciones de los papás, y, no hacen falta muchas porque se nota enseguida que también ellos se habían encariñado con el pobre animal. No es un niño, pero es un ser vivo y es un ser de buena raza y leal.

La vuelta de la Barranca tiene un deje ligero de tristeza, se han dejado al compañero de viaje ¿qué será de ese cachorro?, ¿tendrá ahora un nuevo hogar?

Lo que es seguro es que esa excursión ha sido singular.

frid

Su camino llevaba arriba, y, al final, a la caza le dio alcance. Nosotros también podremos.

Su camino llevaba arriba, y, al final, a la caza le dio alcance. Nosotros también podremos.

Objetivo de toda familia cristiana... reunirnos todos al final en el cielo.

 

Traigo este testimonio de Josefa porque su lectura nos hará mucho bien y nos llenará de esperanza para hacer lo mismo en esta época.

Podemos ser la continuidad de un modo de vida que vale la pena.

Mujer castellana ejemplar

Se llamaba María Antonia y era de Rollán (Salamanca). Campesina alegre y sencilla, esta mujer del pueblo escribía y recitaba poesías. Dulce como los poetas, tenía alma de apóstol. Con su esposo, Agustín, compartía las tareas agrícolas para sacar adelante a sus ocho hijos; su interés por educarlos cristianamente, disolvía los obstáculos de las labores agropecuarias, como se derrite la nieve con los rayos del Sol. Con juegos y cantares, aquellos muchachos revoltosos aprendían de su madre el catecismo, mientras recogían todos las gavillas se divertían dando vueltas en la parva con el trillo u ordeñando las vacas. Con pedagogía alegre, les enseñaba la madre poetisa. Ante este ejemplo, ¿habrá padres que puedan decir que no saben cómo hablar de Dios a sus hijos? Me recordaba, María Antonia, a las madres santas de la Historia (Mónica de Tagaste, madre de San Agustín; Juana de Haza, castellana y madre de Santo Domingo de Guzmán...), que se santificaron en el amor a su marido y en la educación esmerada de sus retoños, que a ella le salieron alegres y entrañables. En su entierro ( 23 de junio, festividad del Corazón de Jesús, su devoción predilecta junto a la Eucaristía y a la Virgen de Fátima) me embargó una profunda emoción; no tanto, aunque también, por decir adiós a una amiga y madre de amigos, cuanto por tener la
impresión de que asistía a la despedida de una santa (más que encomendar su alma a Dios, se me ocurrió encomendarme yo a ella). El funeral fue impactante. La razón me la dio una señora del pueblo: “teníamos que venir: era una gran mujer y una gran familia”. La conducción de féretro se convirtió en festiva procesión: se cantaba por el camino ( con himnos de alegría, comenzó también su funeral).

Con cinco hijos consagrados, ¿no evoca esta familia a la de Santa Teresita? Juani (+) fue su primer fruto de santidad. Los santos son muy distintos y sus formas de santificación, diferentes; pero se parecen en que acogen y abrazan la voluntad de Dios. María Antonia se distinguió por la formación cristiana que supo dar a sus hijos (catecismo, visita al Sagrario y a lo enfermos ), en lo que participó, acaso sin saberlo, Agustín, gran admirador de su esposa. Cuando los padres se apoyan y admiran, ¿ no es verdad que sus consejos y enseñazas se revisten de mayor autoridad?

Josefa Romo

Les estaba esperando

Les estaba esperando

Junio de 1936, Madrid republicano. Una familia numerosa que vive en una calle del barrio de Salamanca va saliendo adelante. El padre, militar retirado, se gana la vida como Aparejador y el hogar goza de una cierta tranquilidad económica aunque va de zozobra en zozobra. Se sostienen porque son personas de fe y de buen humor y nada conformistas.

El padre ha puesto su experiencia a servicio de una noble causa, aunque se juega la vida, recibe avisos de bombas y va a desactivarles. Se entiende que esas bombas estaban bien orientadas: a Iglesias y conventos, no yerran el tino los elementos descontrolados.

Y esos elementos, paladines de la república, con la aquiescencia del gobierno, forman piquetes para asaltar y quemar Iglesias y conventos. Consecuencia, el hijo mayor de esa pacífica familia se ve obligado a formar, con otros, grupos de guardia para defender los edificios que el gobierno debería proteger. Pero "una sola Iglesia no vale la vida de un solo republicano", y el caos impera coartando más y más la libertad de una parte importante de españoles.

Un aviso, la portera, perteneciente a grupos comunistas, es ante todo persona y tiene afecto a los inquilinos, que no propietarios del edificio, a esos terratenientes que sólo tienen un hogar alquilado y el fruto de su trabajo. "Mañana van a venir por ustedes, osea que hagan algo".
Actuación de urgencia; por confianza se le dejan a la portera los pocos objetos de valor y las imágenes religiosas de la casa. Lo que se puede llevar en un bolso se lleva, lo que se pueda portar a mano también, y, por si acaso, las hijas pequeñas, escondidas en las medias, llevan la posible defensa en caso necesario.

Cuando van a la estación de tren, porque no tienen vehículo propio, se dan cuenta que han dejado en la puerta de la casa una medalla del Sagrado Corazón de Jesús. No hay tiempo de volver y le confían que cuide la casa.

Salen de Madrid en el último tren. El alzamiento les coge por un día fuera de Madrid y en ruta camino de Palencia, donde esperan ser acogidos por parientes y amigos, que en el otro pueblo que pensaban la mujer insiste que no vayan, que ahí hay mucha envidia y odio acumulado.

Termina la contienda. La vuelta y ¡oh sorpresa!, el medallón del Sagrado Corazón les estaba esperando. Yo diría que les sonríe con la misión cumplida.

Ciertamente la vivienda fue cuartel del Madrid en guerra, lo testimonian los fusiles y municiones que dejaron ahí los milicianos. Pocos destrozos hay en la casa que, pronto, puede volver a ser habitable.

El padre pasa unos días dando testimonios positivos de la portera y otras personas para salvar vidas, porque eso entiende que aprendió de su vida cristiana: perdonar y amar incluso al que te hizo o procuró mal.

Personas como él hicieron posible que surgieran los artífices de la transición democrática y la Constitución de la Concordia.

Que no se repita la historia, y hagamos una España de todos, en la que los creyentes en Dios no nos veamos amenazados, y nos dejen educar a nuestros hijos en esos valores sin miedos y en libertad. A eso tenemos derecho.
frid

Ninos y caniches

Voy a relatar de manera aproximada el diálogo que presencié paseando un día por la mañana, muy, muy temprano.

- Buenos días, buena mañana, ¿verdad?
- Buenos días, chica, pues sí.
- Da gusto levantarse y pasear cuando amanece un día así.
- Y tanto, porque, si no, es un poco duro ir con Amadeo de paseo. En invierno, y a diez bajo cero sobre todo.
-Te comprendo perfectamente.
-Estas vacaciones ¿a dónde vas a ir?
-Pues no sé. Tenemos que consultarlo Manolo y yo. Hay que buscar un sitio donde pueda acudir mi Amadeo.
-Bueno, pero todo sacrificio merece la pena.
-Claro que sí. Pero estos días me come poco. Lo intento de mil maneras y no es posible.
-A lo mejor es el calor.
-Es posible. Pero la tuya está muy risueña.
-Sí, la verdad que tenemos suerte con Mirella.
-¿Cómo lo consigues?
-Pues intentamos que duerma bien por la noche, y la alimentación es muy sana, a base de verduras y cinco ó seis veces al día. Y eso sí, el paseo de todos los días es sagrado.
-Creo que tienes razón, yo no consigo que coma esas cosas, las vomita enseguida.
-¿Lo habéis llevado a la clínica?
-Sí, pero dicen que es mejor que a Amadeo no le demos mucha verdura.


En estas apareció otra amiga:

-Hola, a las dos, ¿Conocéis a mi nuevo hijo?
-No… No sabíamos que habías dado a luz de nuevo – contestó una de ellas.
-Sí, tiene un mes, ¿A que es muy rico?
-Es precioso.
-A ver si os animáis a tener niños, que son la alegría del mundo.
-Bueno, la verdad, dan mucha guerra, eso de que no te coman, que lloren, que no puedas ir de viaje con ellos…

 


Bueno, ya habrá supuesto que Amadeo es un hermoso ejemplar de buldog, y Mirella una preciosa caniche.

José Antonio Calvo

Vale la pena vivir cada minuto

Vale la pena vivir cada minuto

Hoy he estado recibiendo una obra pública en Navarra. Ahí la persona que me ha explicado lo que se ha hecho es una ingeniero de telecomunicaciones que vive en Pamplona. Pero no es eso lo que iba a decir... sino que si tú, lector, la conocieses conectaríais enseguida.

Con un sentido común aplastante hablaba del optimismo necesario para la vida. Es mujer y se entiende que dijese que al mirarse al espejo se espetase "guapa"... y luego afrontaba la vida familiar con una sonrisa y tirando del hogar hacia arriba. Supongo que su marido se lo dice a menudo.

Pero me dije que ese modo de enfrentarse con el día tiene mucho de sabiduría. Yo, varón, me diría, "ale valiente" e iría con la ilusión del que va a hacer todo el bien que pueda ese día regalando alegría.

En el fondo no es muy distinto de lo que oí a un amigo mío que tuvo que llevar escolta por el asunto ETA sobre cómo afrontaba la situación. Al principio con algo de miedo, pero luego aceptando el reto, se proponía llenar ese día como si fuese la última oportunidad de hacer lo que tenía que hacer en cada momento. Me cuenta que la experiencia valió la pena y recuperó la paz y las ganas de luchar.

Así ¿quién pensaría en quitarse la vida, por muy limitadas que tuviese sus facultades? Y esto es lo que me ha sujerido ver el blog de Alicia.

El mundo sería mejor si alimentasemos cada minuto las ganas de vivir viendo que es vida y, vale la pena, el sonreir a un niño, el ayudar a cruzar la calle a un anciano, el levantarse para que se siente esa madre con niño en "cassete", en definitiva... gozar viviendo y ayudando a vivir. Levantándonos cada mañana para decir a cada uno de nuestros amigos y conocidos ¡qué bueno que existas!

Muertes decentes y muerte a la desesperada.

Muertes decentes y muerte a la desesperada.

Muerte decente


La muerte de Jorge León Escudero, persona tetrapléjico que necesitaba respiración asistida para vivir, ha conmocionado a la sociedad y a la vez ha suscitado un interesante debate sobre la eutanasia, que no nos sorprende debido a la maniobra ideológica que siempre funciona de la misma manera. Su hermano ha dado las gracias a quienes le han ayudado a suicidarse y ha calificado de “muerte decente”. Las personas tetrapléjicas o pentapléjicas no están deseando morirse, y mucho menos pidiendo que los eliminen, sino esperando ayuda, cariño y comprensión. Hay personas en situaciones límite, como Stephen Hawkins o el fallecido superman, que resultan mucho más ejemplares que otros en perfecto estado de salud.

En mi familia hemos vivido y compartido el dolor de una de mis nueras que murió con 31 años, después de casi cuatro años padecer una terrible enfermedad “esclerosis lateral amiatrofica”, vivió durante tres años sin poder moverse, ni hablar, alimentándola a través de una sonda en el estomago. Estaba rodeada de tanto cariño “ni siquiera pensaba en ella” la recuerdo siempre con la sonrisa, solo quería que todos estuviésemos felices, nunca pidió morir, solo cuando Dios la llamase. El concepto de dignidad humana, el sentido de la vida, de la libertad, y qué entendemos por persona, afectan al sentido de la muerte. Aceptar o no la eutanasia presupone un peculiar concepto del hombre y de su destino. La lamentable experiencia que vamos teniendo donde se tolera aconseja no permitir más, el asesinato por compasión.

Elena Baeza Villena

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También yo tengo mi propia experiencia vivida con mis padres que se hicieron ancianos amando la vida... con las limitaciones que les daba la ancianidad... y, al llegar sus últimos momentos... con ilusión de rezar y hacer todo lo que pudieran por sus hijos y demás familia... gocé con los últimos rosarios rezados con mi padre moribundo... y con el cambio de gafas (días antes de que falleciera)... gocé con el modo con el que mi madre ... que casi ya no se valía me curaba un corte en un dedo... y del modo como me dirigía el cocinar desde su silla cuando iba a su casa... y ellos tambien gozaron... haciendo el bien hasta que Dios les llamó... y murieron con paz... recibidos por la Madre del cielo. Basta tener alma de poeta... una imaginación despierta... un motivo para el que ilusionarte... me acuerdo de mi padre... consulta del oncólogo, no le quedan más de tres meses de vida... comienza a preguntar a los que están en la sala de consulta sobre lo que tienen... él les cuenta, sin tapujos y sin alargarse lo que le pasa... y empieza a hablar de que este mundo ha perdido el sentido del dolor, que él se une a Cristo como redentor... que lo que le preocupa es no dar la talla para cuando le vea cara a cara... curiosamente el ambiente de esa sala de espera... con su charla, se llenó de esperanza... los rostros se alegraron de agradecimiento.

Él hablaba habitualmente de Dios a todo el mundo, es lo hacía cuando le llevábamos en taxi para que le dieran la quimioterapia (mera terapia para que el tumor no le afectase los nervios)... los taxistas se emocionaban y nos decían que habían salido más felices... porque mi padre nunca se entregó a la muerte... luchó con todas sus fuerzas hasta el último momento... le cogió preparado, pero por sorpresa.

Y es que todo tiene sentido.

frid

Mi Padre y vuestro padre.

Mi Padre y vuestro padre.

Mi Padre y vuestro padre.

 

A tenor del cierre de la Central Nuclear de Zorita, que motivó que los ecologistas radicales celebrasen en El Retiro madrileño, junto a la única escultura erigida al diablo, dicho cierre... y que, al mismo tiempo, en Zorita, donde varios miles de personas han visto truncado su anterior trabajo y donde las campanas de la Iglesia tocaron a difunto... me han venido a la memoria recuerdos viejos, de esos que pasan de abuelos a nietos...

Tambíen sería por estas fechas, primavera del 36, momentos de tensión en Madrid... una tía mía, entonces una cría, la menor de una familia numerosa, jugaba con otras niñas en la calle Claudio Coello... las niñas llevan unos colgajos con unos diablillos, mi tía lleva colgado de una cadena un crucifijo...

La tolerancia... las niñas comienzan a burlarse de la otra niña... mi tía llorosa vuelve a casa y se lo dice a su madre, mi abuela. Y ella le da una contestación para sus compañeras de juego... Mira, diles con calma... "tranquilas, yo llevo a mi Padre, vosotras a vuestro padre... no pasa nada".

Solución puesta en marcha, otro día de juego en primavera, en las calles de Madrid. La niña a sus compañeras cuando vuelven a la carga tolerante: "Mirad yo llevo a mi Padre, vosotras a vuestro padre"... no puede seguir... bofetada... y vuelta llorando a casa.

Consuelo materno y salomónico: ¿Qué te pasa mi niña? ¿que te pegaron?... es que no les gusta tener al demonio como padre.

Mi tía cambió de compañeras de juego... y, antes de que fuese demasiado tarde, en el último tren que salió de Madrid, se fue huyendo la familia... por lo que pude conocerlos a todos.

En el caso de Zorita... yo no diré como mi tía que el demonio sea el padre de los que celebraron en su rincón la fiesta anti-nuclear... simplemente que fue un signo de mal gusto... o es que el diablo ama el medio ambiente?... que no deja de ser algo creado por Dios y odiado por su enemigo mortal.

Yo que ecologista... me buscaría otros patronos.

Toda vida vale la pena

Toda vida vale la pena

Una sobre Harry: "la piedad es para con todo ser humano"


Habéis leído una de las historias de Harry Potter, año tercero de Hogwart... en ese libro se muestra al prisionero de Azkaban, Sirius Blank, su padrino y un presunto colaborador del asesino de su padre.

Sin embargo el asesino es Colagusano, el portador del secreto de los padres de Potter que les traicionó.

En un momento Harry impide a Sirius y a su amigo Lupín que maten a Colagusano y se conviertan en asesinos.

Gracias a esa acción Colagusano está en codiciones de huir y unirse al maligno Voldemort.
Dumbledore da la clave a Harry, que desolado ve como el criminal huye y su padrino tiene que volver a esconderse de la justicia: Harry ha hecho algo de gran valor... ha logrado que sus amigos, a los que él quiere, no se degraden, no pasen al gremio de los asesinos.

No se sabe lo que seremos cada uno pero Harry nos da dos lecciones:

Siempre que se salva una vida se logra que alguien sea mejor, que no entre el el club de los asesinos... y menos aún en el drama de ser infanticida del propio hijo.

Vale la pena salvar una vida, incluso si después se tuerce en el ejercicio de la libertad. De hecho Dios que sí sabe lo que seremos permitió que naciera Zapatero con su afán destructivo, Estálim que logró ser de hecho destructivo, tú y yo que no sé lo que seremos, y personas como Teresa de Calcuta que logró salvar tantas vidas.

Frid.

¡Huy, qué suerte!

¡Huy, qué suerte!

Con este artículo comienzo una serie que va a tratar sobre la familia, la familia ecológicamente natural, no de experimentos. El tono será positivo, aunque no eludo la polémica. Y sí que trataremos temas polémicos, porque no soy amigo de experimentos.

¡Huy, qué suerte!

 

 

No sé si os acordáis de una viñeta gráfica que salió por reyes este año... Estaba Pepito, un chaval pobre, junto a otros que tenían esos conches teledirigidos último modelo. Ellos le preguntaban ¿A tí que te han traido los Reyes?... A mí, mi madre me ha dado un par de besos y mi padre un abrazo... Y a coro exclamaron los otros chavales: ¡Huy, qué suerte!

Ahora siento no haber guardado la viñeta porque muestra algo grande y actual. El rico era Pepito, tenía un papá y una mamá que le querían, que estaban pendientes de él, que no le sobornaban con juguetes para que no incordiara. Pepito, en su pobreza, era el rey de la casa, la ilusión de sus padres. Era rico en cariño.

Muchos hemos sido como Pepito, hijos de unos padres que se han sacrificado para sacarnos adelante, que no han tenido ni Televisión, ni coche, ni finca en la Playa... pero qué divertida era la vida en casa y, en esos veranos interminables, en el pueblo... donde con un palo eramos exploradores, guerreros, cazadores, reyes, y tantas cosas arropadas por una imaginación que suplía la cruda realidad de ese pedazo de madera.

Hoy, para ser feliz hay que tener ¡tantas cosas! que es muy, pero que muy difícil. No digo que debamos volver a la pobreza del niño de la viñeta... pero sí a la valoración de las cosas con un sentido distinto. Acumulemos la riqueza del cariño, del tener tiempo para estar con los que realmente nos importan... y veremos cómo ponemos un granito de arena y otro, y otro... para hacer más humana la convivencia.

Frid